Imperio Yamato del sol naciente (Misión 4)
Es momento de asestar un duro golpe a la moral de los Izumos. Enfréntate a la resistencia combinada Kibi-Izumo y destruye su templo en la montaña para emplazar
uno tuyo en su lugar.
uno tuyo en su lugar.
Guia
Madera y alimento son tus dos mejores amigos al comenzar cualquier misión en la edad de las herramientas. Junta lo necesario para construir un muelle y un transporte; en una isla a la izquierda hallarás más madera y un poco de oro. Con estos recursos crea un pequeño destacamento y elimina la aldea amarilla, ubicada a la derecha de tu ciudad.
Con este objetivo cumplido, todo irá viento en popa. Avanza de edad y construye galeras de guerra para asediar el asentamiento marrón desde el mar. Opcionalmente, puedes desembarcar tu ejército una vez que la costa este bajo tu control para destruirlos por completo.
A partir de este punto, cuentas con dos opciones: puedes apostar a no pasar de edad, guardando el oro para la creación de un ejército masivo de caballería o avanzar a la edad de hierro y utilizar el oro sobrante para la creación de catapultas. Para el primer caso, desembarca aldeanos en la isla norte, que serán destinados a construir caballerizas. Allí, crea unidades de caballería en cantidad y elimina todo soldado enemigo que encuentres en tu camino (no recomiendo atacar las torres, es más bien una pérdida de tiempo). Al llegar a la cima derriba su templo y, sin tropas enemigas en el camino, envía muchos aldeanos a construir tu propio santuario.
Si eliges la segunda opción (mucho más segura, a mi gusto) deberás llevar a cabo una minuciosa administración del oro. Avanza de edad y crea uno o dos trirremes con catapulta para que destruyan las torres de guardia costeras. Con la ribera del río bajo tu control, desembarca aldeanos y construye un taller de maquinaria, del cual saldrán la cantidad de catapultas que puedas crear. Avanza poco a poco, haciendo uso del ataque en área propio de las catapultas (seleccionando como objetivo el terreno bajo una unidad enemiga) para así ir mermando lentamente sus defensas. Cuando ya no tengan soldados en pie, envía a tus catapultas a destruir el templo de la montaña y las torres que lo protegen. Al finalizar este cometido, tus aldeanos tendrán la libertad de construir tu propio templo, teniendo la certeza de que no serán molestados.
Consejos
Coloca a tus rivales temporalmente como aliados. Así evitaras que tus atalayas ataquen exploradores enemigos y podrás pasar desapercibido durante más tiempo.
Una isla al oeste alberga los recursos necesarios para crear un buen ejército inicial.
Los recursos más valiosos para esta misión
Unidad recomendada #1: Caballería. Si, lo se, te cuestan el tan valioso oro, pero pocas cosas resisten las flechas tan bien como ellos. Los Izumos son de arqueros y torres: sin esta unidad puede costarte horrores llegar hasta su templo.
Unidad recomendada #2: Catapulta. La opción lenta, pero segura. Repliégala un poco luego de cada disparo para evitar que sea el blanco de los ataques enemigos.
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